Afroviciate (Parte 1/5)
Conocemos quizás las versiones más tradicionales de la escena musical africana, olvidando la multiplicidad de naciones y la diversidad de culturas que poblan este imponente continente. Va mucho más allá de los tambores. Nombres como Fela Kuti o Miriam Makeba, suenan ya conocidos, otros (muchos) nos son aún desconocidos. Es posible reconocer el abanico africano como infinito, con artistas que abren vanguardias y que saben captar a la perfección su herencia tradicional y los nuevos sonidos e instrumentos del siglo XXI.
Tradicionalmente, la música africana se ha transmitido en forma oral e incluía mayoritariamente instrumentos de percusión como djembes y tambores pero también xylofones, mbira y kalimba. Los patrones rítmicos suelen ser múltiples, donde uno se superpone y envuelve con otros, generando esta característica bien polyrítmica de los sonidos africanos.
La diáspora africana incluye música proveniente de sus más diversos países: Mali, Senegal, Angola, Nigeria, República Democrática del Congo, Sudáfrica, Costa de Marfil, Benin y muchos más. Cada región tiene su particularidad pero lo que puede destacarse es la presencia de géneros americanos y caribeños, soca, calypso, zouk, highlife, rumba, conga, cumbia, samba y salsa. Las guitarras también tienen su protagonismo en las versiones más folk.
A lo largo de los años, la influencia de grandes músicos como Fela Kuti, Tony Allen, Odio Iruoje aka Sound President y Miriam Makeba hicieron reconocer los sonidos africanos mundialmente y posibilitaron colaboraciones con otros músicos de jazz y rock alrededor del mundo. Algunas bandas que poseen una larga trayectoria como la Orchestra Polyrythmo de Cotonou y la Orchestra Baobab, se volvieron a reunir tras un extenso período de inactividad pero también debido a que los coleccionistas y algunos nuevos sellos armaron compilados y exhibieron los sonidos africanos al resto de los melómanos curiosos.
En esta ocasión suenan algunos de esos artistas, colectivos y orquestas. A su vez, no sería posible dejar de nombrar el juju nigeriano y la percusión típica del yoruba en artistas de la talla de Dele Ojo. La guitarra y la armónica se hacen eco en la sinfonía de Ismaël Lô. Francis Bebey y Nahawa Doumbia son algunos otros clásicos que irrumpieron en la escena musical de África hacia el mundo, con sus poesías líricas y la influencia de la colonización francesa en el continente.
Más cerca de nuestros días, aparecen artistas que combinan la música africana con el reggae como Alpha Blondy y Tiken Jah Fakoly. Y otros como Blick Bassy, Bisa Kdei, Amadou & Mariam y Wally B. Seck mezclan las melodías del highlife con influencias del afro blues. La actualidad nos muestra también la potente voz de Yemi Alade que sacude con los ritmos del R&B más africanamente posibles. El baile se vuelve inevitable. DJ Lag es otro tanto que se fusiona como el Rey del GQOM, estilo de house que surge en la ciudad de Durban, Sudáfrica. En este abanico, están quienes se sumergen en los rimas del más moderno hip hop y rap africano como Olamide y Maitre Gims.
Desde Krio armamos una primera lista ecléctica para el primer Lado B, que reúne los más variados artistas africanos, desde los más clásicos hasta las versiones más recientes de jóvenes músicos que se animan a mezclar lo tradicional con las nuevas posibilidades de sonidos electrónicos. Escucharlos es un deleite.